Modelar.- Frente a la
concepción de la escultura como el resultado de un proceso de sustracción,
existen varios procedimientos donde la expresión del volumen se alcanza
mediante un concepto inverso, el de la adición. La ocupación del espacio
escultórico mediante la manipulación de materia blanda (barro, yeso o cera)
hasta alcanzar la forma ideada constituye uno de ellos. Estos materiales son
trabajados con puntas de madera, distintos tipos de paletas y paletillas, telas
húmedas y, fundamentalmente, la mano, que otorga una dimensión creativa directa
a la tarea.
En el caso de la pieza escultórica
modelada es preciso diferenciar la que constituye una obra final concebida como
tal o la que supone un momento del proceso que desembocará en la obra
definitiva, bien en piedra o bien fundida.
ESCULTURA: TÉCNICA DEL
MODELADO.-
Desde un punto de vista técnico, el modelado es la menos
complicada de las tres ramas escultóricas. Es la representación de la forma
artística con materiales plásticos tales como arcilla y cera. Las obras
modeladas pueden ser expresiones acabadas de la idea del artista o, más
frecuentemente, trabajos preparatorios de las otras dos ramas escultóricas.
Hay dos tipos de modelado, previos a la talla y el
vaciado: pequeños bocetos, pensieri, en los que se elabora la composición de la
figura seguidos de modelos a tamaño natural que pueden ser transferidos a
bloques de mármol o vaciados en bronce.
Es posible que los escultores griegos clásicos prepararan
modelos pequeños, pero, según Plinio, los primeros en utilizar modelos de
tamaño natural fueron los escultores del período helenístico. Los primeros
escultores renacentistas del siglo XV, como Donatello (1386-1466), trabajaban
directamente, a partir de pequeños modelos, sobre el bloque de piedra. Los
escultores del Alto Renacimiento preparaban modelos de tamaño natural y
construían complicados mecanismos para después transferirlos a la piedra.
Miguel Angel (1475-1564) se valió de ambos métodos. Vasari utilizó sólo un
pequeño modelo de cera para su David (1501-4); Galleria dell'Academia, Florencia),
pero preparó modelos de tamaño natural para las tumbas de la Capilla de los
Medici, en Florencia.
A lo largo del siglo XVI, los escultores fueron
emancipándose del bloque de piedra y concentrándose en el modelado. Baldinucci
(1624-96), en su biografía de Giovanni da Bologna (1524-1608), cuenta cómo
Miguel Angel le dijo, cuando era un escultor novicio, que aprendiera a modelar
antes de nada. Bologna siguió su consejo y construyó muchos pensieri para cada
una de sus obras, algunos de los cuales han llegado hasta nuestros días. El uso
de modelos aumentó desde el Renacimiento hasta el siglo XIX, en que los
escultores centraron su interés cada vez más en expresar sus ideas sobre un
medio plástico y dejaron el tallado o el vaciado para sus ayudantes.
Las técnicas de modelado ha variado poco desde entonces
los métodos descritos por Vasari son representativos de los que
tradicionalmente se han venido aplicando. La cera de modelar (presumiblemente
de abejas) se preparaba mezclándola con grasa anima; para hacerla más blanda, y
se le añadía trementina como elemento adhesivo y betún para darle color y
solidez al secarse. Algunas voces se coloreaba la cera con pigmentos como
bermellón o minio, que se añadían a la cera fundida. La cera recibía la forma
de barras o rollos y se fijaba a un armazón de madera o alambre de hierro.
Se puede modelar con herramientas de madera, hierro o
hueso. También se hacían pequeños modelos en arcilla, pero sin utilizar armazón
alguna, ya que ésta podría hacer que la arcilla se agrietase; y el agua de la
arcilla puede, a su vez, hinchar la madera y oxidar el hierro.
Vasari también describió la preparación de modelos de
arcilla de tamaño natural con armazones de madera, necesarias para soportar el
peso de la figura, que se envolvían en estopa o heno prensados para que se
agarrase la arcilla. Para evitar que la arcilla se agrietara, se añadían
recortes de tela o crin, así como algo de harina tostada para impedir que se
secara demasiado pronto. Se podían realizar vestiduras aplicando a la figura
algún tejido bañado en arcilla.
La arcilla cocida recibe el nombre de terracota. El
pequeño modelo preparatorio del momento conmemorativo de Forteguerri en Pistoia
(1475; Victoria and Albert Museum, Londres) realizado por Andrea Verrocchio
(1435-88) es de terracota. Luca della Robbia (1400-82) trabajó mucho en ella, y
descubrió formas para aprovechar los esmaltes de alfarero en el coloreado de s
esculturas.
ESCULTURA: LA TÉCNICA
DEL VACIADO.-
El vaciado es una técnica para reproducir modelos mediante
moldes. Muchos materiales, como metales y argamasa, se han utilizado para
vaciados, y el bronce ha sido el más popular de todos a lo largo de los siglos.
Las estatuas pequeñas se pueden vaciar en bronce macizo,
pero el enorme peso que tendría una estatua grande de bronce junto con la
cantidad de metal que se requeriría para su manufactura, favoreció el
desarrollo de sistemas para vaciar en hueco, de modo que la estatua posea una
fina capa de metal rodeando un núcleo macizo de algún material incombustible. Esto
se consigue vertiendo el metal fundido en un estrecho espacio comprendido entre
el mencionado núcleo y un molde sacado, directa o indirectamente, de un modelo;
una vez enfriado el metal y solidificado, se saca el molde. El método de cera
perdida introducido por los griegos durante el siglo VI a. de C., es el más
extendido. Cellini describe dos procedimientos alternativos que siguen muy de
cerca métodos practicados desde la antigüedad clásica y que se han seguido
aplicando hasta nuestros días.
El primer método que Cellini utilizó para el vaciado de su
Perseo (1545-54) Loggia dei Lanzi, Florencia) y su Ninfa de
Fontainebleau (1543-4), El Louvre, París), consistía en preparar un modelo
en arcilla de tamaño ligeramente menor al que se pretendía que tuviera la obra
acabada. Después lo cubría con una capa continua de cera que modelaba con todo
el detalle que exigía el acabado en bronce. Esta capa quedaba cubierta a su vez
por otras de arcilla fina para formar un molde de una pieza. Una vez calentado
el conjunto, la cera se derretía entre el molde y el relleno y el espacio que
dejaba aquélla se llenaba de metal fundido. Este método tiene el inconveniente
de que si algo va mal durante la operación de vaciado, el modelo original se
pierde. Para evitar esto, se ideó un segundo método según el cual se prepara un
molde por piezas. Se construye un modelo de la estatua al tamaño definitivo y
se hacen moldes de secciones de la misma con escayola. Se hacen piezas
separadas cuando hay alguna zona socavada, para facilitar el levantamiento del
molde por piezas sin dañar el modelo. El molde por piezas se forra de cera y se
construye un relleno de algún material refractario como la arcilla, que luego
se refuerza con una armazón de hierro. Se saca el molde por piezas y se elabora
uno de una sola pieza en torno al relleno y la cera, como se hacía en el método
anterior. En ambos procedimientos es necesario sostener el relleno en posición
dentro del molde, de modo que la cera, cuando se funda, no se desvíe. Esto se
consigue haciendo la armazón de hierro más grande que la figura para que se
extienda hasta dentro del molde, o también colocando unas varillas de cobre que
atraviesen el molde y la cera y lleguen al relleno. Éstas se pueden recortar a
ras de la superficie del metal una vez hecho el vaciado. Hay que hacer
orificios de ventilación en el molde para que los gases que se producen delante
del metal fundido, durante el vaciado, puedan salir.
Hay pruebas de que los griegos sólo usaron el primer
método. Es como si el oficio de fundidor de bronce se hubiera perdido durante
la Edad Oscura y tan sólo hubiera renacido para el arte durante el
Renacimiento, cuando Andrea Pisano (1290-1348/9) vació sus puertas de bronce
(1330-ó) para el Baptisterio de Florencia.
Normalmente, el bronce contiene más o menos estaño y
cobre, pero las composiciones halladas en distintas estatuas varían mucho. Los
griegos utilizaron diversas variedades de bronce con diferentes proporciones de
cobre y estaño, y además añadieron otros metales como, por ejemplo, plomo. Los
romanos emplearon zinc más que estaño. Vasari, en el siglo XVI, dice que el
metal ideal para estatuas debe tener dos tercios de cobre y un tercio de latón,
teniendo éste un cuarto de zinc y tres cuartos de cobre. La composición
dependía hasta cierto punto de los materiales disponibles: Cellini describe
cómo, en el vaciado de su Perseo (1545-54), arrojó todas sus vasijas
domésticas de estaño al horno cuando el metal se estaba solidificando. Una vez
vaciado, el bronce que sobra se quita, y se pule la superficie con abrasivos
como la piedra pómez. Aunque en un principio el bronce es rojo, se vuelve negro
con el paso del tiempo. Este proceso se puede acelerar frotando la estatua con
aceite. El tratamiento con vinagre da al bronce una pátina verde.
Los principios de la operación de vaciado hueco por el
sistema de cera perdida son inmutables y sencillos, pero los métodos difieren
según se deseen una o más copias. Una de las mayores obras que jamás se
vaciaron fue la gran estatua ecuestre de Luis XIV, ejecutada por Dirardon
(1966) y destinada al centro de I plaza Vendome de París. La operación elevó
las técnicas de vaciado a su punto culminante. Por este motivo se eligió,
cincuenta años más tarde, para ilustrar los métodos de vaciado en la Enciclopedia
de Diderot. El vaciado hueco requiere un modelo, un molde y un núcleo. El
modelo es la obra original del escultor, modelada en arcilla. Se cubre con yeso
por partes, para que este molde se pueda levantar por secciones cuando esté
duro. En la figura 1 vemos el modelo y las piezas de yeso con que se rodea, de
las que algunas han sido retiradas.
A continuación se construye una armazón de hierro sobre la
cual se puede formar el núcleo. Algunos de sus varillas deben tener dimensiones
suficientes para sobresalir del núcleo. Este es una tosca imagen del modelo y
se construye con capas sucesivas de arcilla (según Vasari en el siglo XVI se
mezclaba con estiércol y crines de caballo). El núcleo es ligeramente más
pequeño que la estatua terminada. (En la ilustración 4 puede verse la armazón
interna de la estatua de Girardon .)
En la siguiente etapa, las secciones de yeso del molde de
piezas se retiran y se cubre cada una, por su interior, con una capa de cera,
que adquiere así las características superficiales del modelo original.
Cuando las secciones de cera están duras, se retiran de
las de yeso y se fijan al núcleo (añadiendo o quitando cera entre ambos para
que ajuste perfectamente). Al final queda sobre el núcleo una réplica, en cera,
del modelo original. En este punto, se pueden hacer retoques de última hora. A
continuación se adosan y fijan unos tubos a la cera. Cuando esté fundida, la
cera saldrá por estos tubos y a través de ellos entrará el metal fundido
durante el vaciado (Figura 2).
El núcleo encerado y los tubos se cubren después con
ceniza mojada y con capas de tierra también mojada, cuidando de que se seque
antes de cubrirla con la siguiente. Cuando se han extendido capas suficientes.
se recubre el conjunto con una armazón externa de varillas de hierro que se
aseguran a las que sobresalen de la armazón interior y que asimismo son de
hierro. esta segunda armazón mantiene unido el conjunto y al núcleo en su
posición correcta en relación con el molde exterior de tierra. (El aspecto de
todo el bloque en esta etapa se ve en la ilustración 3.)
Seguidamente, se calienta el conjunto y la cera se funde y
sale por los tubos. Después de recogerla, se puede pesar para comprobar si ha
salido toda. Finalmente, toda la construcción se introduce en un pozo de
fundición .
Cuando está asegurada, se le echa bronce fundido por los
orificios correspondientes y el metal ocupa el espacio que había correspondido
a la cera.
El proceso concluye sacando la construcción del pozo; se
le quita la armazón exterior, se rompe el molde externo de tierra se le sierran
los hierros y espigas de bronce que sobresalen y se pule el conjunto. La
armazón interior y el núcleo quedan dentro de la estatua. La gran obra de
Girardon, desgraciadamente, fue, destruida en los primeros años de la
Revolución francesa.
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